La Taxonomía Verde de la UE y lo que significa para las empresas de la UE

La Taxonomía Verde de la UE es un marco que define qué actividades económicas pueden clasificarse como ambientalmente sostenibles. Establece criterios y requisitos para determinar si una actividad concreta contribuye a objetivos medioambientales, como la mitigación del cambio climático o la protección de la biodiversidad. La taxonomía pretende aportar claridad y transparencia a inversores, empresas y consumidores estableciendo un lenguaje común para las finanzas y la inversión sostenibles.

En este artículo analizaremos la Taxonomía Verde de la UE y explicaremos lo que significa para las empresas europeas.

Taxonomía ecológica de la UE: lo que hay que tener en cuenta ahora

El Reglamento sobre Taxonomía de la UE forma parte del "Plan de Acción sobre Crecimiento Financiero Sostenible", presentado por la Comisión de la UE en 2018. Se introdujo con la intención de reducir el "lavado verde" de los productos financieros y, al mismo tiempo, incentivar la inversión privada en proyectos ecológicos y sostenibles.

El reglamento propone criterios para determinar la sostenibilidad medioambiental de una actividad económica, proporcionando así una medida de la sostenibilidad medioambiental de una inversión.

¿Está afectada su empresa?

En general, todas las empresas sujetas a la Directiva RSE están obligadas a informar.

Estas industrias seleccionadas se ven afectadas por la taxonomía de la UE:

• Agricultura y silvicultura
• Industrias de transformación como la producción de aluminio, hierro, etc.
• Servicios públicos de electricidad, gas, etc.
• Agua, alcantarillado, residuos, tratamiento
• Transporte y almacenamiento
• Tecnología de la información y la comunicación

Atención: La Directiva RSE se está actualizando y en el futuro se aplicará a 40.000 empresas más que antes. Consulte nuestro artículo sobre la Directiva RSE.

En el futuro, el informe incluirá información sobre cómo y en qué medida las actividades de la empresa están vinculadas a actividades sostenibles desde el punto de vista medioambiental y, por tanto, "alineadas con la taxonomía".

En el futuro, el Reglamento también será relevante para las empresas que quieran captar capital en los mercados financieros. Dado que el Reglamento sobre divulgación de información financiera sostenible y la Taxonomía exigen a los inversores que faciliten información sobre la sostenibilidad de sus inversiones, es probable que la Taxonomía se utilice como base para estas evaluaciones.

Estos casos de uso se están teniendo en cuenta activamente en el desarrollo de la etiqueta ecológica de la UE para productos financieros y la Norma de Bonos Verdes.

¿Cómo funciona la taxonomía?

El Reglamento sobre Taxonomía establece que una actividad económica se considera conforme a la taxonomía si contribuye de forma significativa al menos a uno de los seis objetivos medioambientales sin ir en contra de los demás (Do No Significant Harm - DNSH). Simultáneamente, deben cumplirse ciertos requisitos mínimos, por ejemplo, en materia de derechos sociales y humanos.

Los objetivos medioambientales de la taxonomía son:

1. Mitigación del cambio climático
2. Adaptación al cambio climático
3. Uso sostenible de los recursos hídricos
4. Transición a una economía circular
5. Prevención de la contaminación
6. Protección de los ecosistemas y la biodiversidad

Las empresas deben demostrarlo publicando qué porcentaje de sus ventas se ajusta a la taxonomía y qué porcentaje de CAPEX y OPEX se ajusta a la taxonomía.

¿A partir de cuándo se aplican qué normas?

Las empresas cubiertas por la Directiva RSE tendrán que informar sobre su cumplimiento de la taxonomía por primera vez en 2022 para el año natural 2021.

¿Cuáles son los retos especiales?

El mayor reto es la recopilación de los datos necesarios en su empresa y filiales para clasificar la conformidad de sus actividades económicas con la taxonomía. Esto representa un gran esfuerzo burocrático.

¿Cómo le ayudamos?

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