Las taxonomías sostenibles, o taxonomías de las finanzas sostenibles, son sistemas de clasificación que identifican las actividades económicas consideradas sostenibles desde el punto de vista medioambiental o social. Las taxonomías existentes son en su mayoría taxonomías verdes centradas en objetivos medioambientales. Utilizadas por el sector financiero para desarrollar productos verdes y calificar las oportunidades de inversión ESG, estas taxonomías facilitan el crecimiento de los temas de sostenibilidad en los mercados de capitales. El capital puede dirigirse hacia actividades de transición que contribuyan a una economía más verde.
Una taxonomía es esencialmente un conjunto de criterios técnicos con base científica. Sirve de guía a empresas e inversores para determinar qué es exactamente lo que se considera sostenible. De este modo, ayuda a vislumbrar las características específicas de una economía sostenible como relevantes para el país de la taxonomía.
Las taxonomías suelen estar dirigidas por los gobiernos y desarrolladas por grupos de trabajo técnicos con experiencia en finanzas verdes e industria sostenible, aunque existen casos en los que la iniciativa está liderada por el sector privado. También son habituales las aportaciones de organismos internacionales como el Banco Mundial.
Hasta la fecha no se ha establecido ninguna taxonomía social, aunque en la UE se está elaborando un borrador. Algunas taxonomías verdes ya incorporan ciertas dimensiones sociales, como las de Mongolia y Sudáfrica. El PNUD de China y el Centro Internacional Chino para el Intercambio Económico y Técnico (CICETE) publicaron una taxonomía de los ODS centrada en varios aspectos sociales clave.
¿Qué países tienen una taxonomía sostenible?
En paralelo al crecimiento de las finanzas verdes en todo el mundo está el desarrollo de la taxonomía. La UE ha sido una de las más activas en el desarrollo de una taxonomía verde y es la única que se está aplicando en la actualidad. La taxonomía de la UE ya se aplica en la práctica en los Estados miembros desde 2022. Esto ha ocurrido a través de un acto delegado sobre actividades sostenibles para la adaptación al cambio climático y su mitigación, al que seguirán otros actos.
Se han propuesto otras taxonomías regionales y nacionales en todo el mundo, desde Georgia a México, pasando por Bangladesh y otros países, y varias ya han sido aceptadas y están pendientes de aplicación. Los esfuerzos por desarrollar taxonomías nacionales reflejan la carrera por adelantarse a la curva de las finanzas verdes, valorada en billones, en una economía que ya va en esa dirección. Mientras los países trabajan en la transición de sus economías y refuerzan su ventaja competitiva, las taxonomías sostenibles son una herramienta útil y muy necesaria que añadir a la arquitectura de gobierno.
La Taxonomía Verde del Reino Unido se está desarrollando con el objetivo de combatir el lavado verde, informar a las empresas y a las decisiones de inversión, promover las inversiones sostenibles y hacer frente al cambio climático. Se trata de un esfuerzo por posicionarse como centro de finanzas verdes. Singapur lidera los esfuerzos para desarrollar una taxonomía para toda la ASEAN por razones similares.
El enfoque de cada taxonomía puede diferir de un país a otro. Malasia ha desarrollado una taxonomía específica para el cambio climático, mientras que Chile está desarrollando una taxonomía para el sector minero y extractivo. Mientras tanto, en Japón se están desarrollando taxonomías de transición para sectores clave.
¿Qué significa esto para las empresas?
Las declaraciones alineadas con la taxonomía ya se están convirtiendo en un requisito obligatorio para las empresas que desean acceder a oportunidades de financiación sostenible. Cumplir la normativa y demostrar la alineación con una taxonomía será una nueva curva de aprendizaje para todos. Las empresas aún no están preparadas para alinearse con la taxonomía, dada su novedad.
Estas taxonomías nacionales no abordan el hecho de que los mercados mundiales de capitales están interconectados y se necesita una taxonomía de aplicación universal. El Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) está elaborando una norma de este tipo que podría proporcionar un único punto de referencia para las empresas que buscan orientación sobre la alineación de la taxonomía. El ISSB está recabando comentarios sobre la propuesta de Taxonomía de Divulgación de la Sostenibilidad de las NIIF hasta el 30 de septiembre de 2022.
Cómo le ayudamos
- Le explicamos la taxonomía de la UE y le ayudamos a comprender qué datos y divulgaciones debe recopilar para ajustarse a la taxonomía.
- Simplificamos la recopilación de datos ESG en su organización ofreciendo una plataforma central e integraciones en ERP, HRM, CRM, EMS, etc., para automatizar la recopilación de datos.
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